El manejo del tiempo en Harry Potter

El tiempo y el espacio son dos elementos que marcan el desarrollo de un hecho. En la vida real los espacios no se transmutan y el tiempo es irreversible. Pero en la literatura eso cambia.

La trama de Harry Potter es una historia a medias res. Esta técnica consiste en contar una historia desde la mitad. Esto plantea mucho interés porque el lector además de ir conociendo los hechos que se suceden, puede ir descubriendo el pasado de los personajes junto con los mismos personajes.

En Harry Potter, se nos cuenta la hazañas del héroe desde los 11 años hasta los 17, pero también vamos descubriendo junto con el mago sobre sus padres, la muerte de éstos, sus poderes y la historia del mundo mágico.

Existen varias alteraciones del tiempo en la literatura. Manuel Corrales Pascual, en su libro Análisis Literario: introducción a la narratología, diferencia entre las alteraciones de orden (anticipación y retrospección) y las alteraciones de duración (pausa, elipsis, escena, resumen y análisis).

En las novelas de J.K. Rowling, las anticipaciones de dan a través de profecías como las de la profesora Trelawey. Las retrospecciones, en cambio, se dan a través de instrumentos mágicos como el pensadero de Dumbledore (a través del cual Harry descubre rasgos de la personalidad de su padre y la niñez de Voldemort), horrocruxes (como el diario de Tom Riddle que le permitió a Harry conocer sobre la Cámara de los Secretos) y el giratiempo (que la Profesora McGonagall le dio a Hermione para poder tomar dos clases al mismo tiempo).

El manejo del tiempo es sumamente interesante en el tercer libro: Harry Potter y el Prisionero de Askabán; porque gracias a esta partición del tiempo es posible resolver la trama.