Harry tiene muchas de las características de los héroes de las tragedias y epopeyas griegas.
Como en el caso de Edipo , su nacimiento fue precedido por un oráculo:
“El único con poder para derrotar al Señor Tenebroso se acerca… Nacido de los que lo han desafiado tres veces, vendrá al mundo al concluir el séptimo mes… Y el Señor Tenebroso lo señalará como su igual, pero el tendrá un poder que el Señor Tenebroso no conoce… Y uno de los dos deberá morir a manos del otro, pues ninguno de los dos podrá vivir mientras siga el otro con vida… El único con poder para derrotar al Señor Tenebroso nacerá al concluir el séptimo mes…” (Rowling, J.K., Harry Potter y la Orden del Fénix, Barcelona, Ediciones Salamandra, 2004, páginas 864-865)
Por esto, la cicatriz que tiene Harry en su frente es la marca de su propio e inevitable destino. El que ésta tenga forma de rayo es un dato muy simbólico. En la mitología griega, el rayo es el símbolo del poder de Zeus; para Harry, ese rayo representa su conexión con Lord Voldemort y los poderes que éste le transfirió cuando intentó matarle.
Otro de los factores comunes entre Harry y las tragedias es el aprendizaje a través del sufrimiento (como se señala en Las Bacantes de Eurípides). A lo largo de la serie, Harry se enfrenta permanentemente a Lord Voldemort, esto no sólo le implica la superación de numerosas pruebas sino la pérdida de algunos de sus seres queridos. No es raro que uno de los consejos de Albus Dumbledore, el director de Hogwarts, sea la sensatez (Rowling, J.K., Harry Potter y la Piedra Filosofal,Barcelona, Ediciones Salamandra, 2000, páginas 169).
La prudencia que Harry va adquiriendo con la experiencia, lo acerca mucho a La Odisea. Harry debe madurar más rápido de lo que le corresponde a su edad porque sólo así puede superar las confusiones y evitar caer en el proceso del Ate, Hybris y Némesis.
“¡Oh, dioses! ¡De qué modo culpan los mortales a los númenes! Dicen que las cosas malas les vienen de nosotros, y son ellos quienes se atraen con sus locuras infortunios no decretados por el destino” (Homero, La Odisea, Quito, Libresa, 2004, página 60)
Igual que Odiseo, Harry Potter pierde a sus amigos conforme más se acerca al cumplimiento de su destino. El viaje se reposiciona como un motivo importante porque si Odiseo regresó a su origen al volver a Itaca; Potter resolverá más misterios sobre su origen en el valle de Godric.